GRACIAS POR NO EXISTIR

 


Un árbol en lo alto del cielo,
una piedra en medio del camino. 
Adentro de una nube está mi padre 
y mi madre lo llama desde el cielo.
Y tú sentada en medio de mi voz temblando, 
y tú cantando una canción indómita. 
Una estrella en lo alto del molino, 
y la lluvia se marchó hasta Júpiter. 
Abajo en el océano hay un circo 
un tiburón y un pulpo son payasos. 
Y tú mirando el horizonte y yo miro tu cara; 
y tú bailas encima de tus párpados. 
Los colores que salen de mi almohada, 
inundan mis ganas de contarte 
que estoy triste porque siempre estoy contento; 
nunca sé por qué la gente se suicida. 
Y tú te vas y luego vuelves, y yo miro tus hombros. 
De pronto desapareces…¡gracias por no existir!